El té a la menta es la bebida cultural de Marruecos y está profundamente arraigada a cómo viven el paso del tiempo, marcando pausas en la vida cotidiana. Cada vaso (porque aquí se bebe en cristal en lugar de en taza) es una pausa ritual que le confiere ritmo y calma al día a día.
Generalmente de origen verde y proveniente de China, el té en Marruecos es preparado y servido con hojas de menta fresca y azúcar. La preparación es un arte transmitido de generación en generación, y cada familia tiene su propia variación del proceso. No obstante, hay ciertos pasos que son universales en el país.
El ritual de la preparación
La preparación del té es, ante todo, una muestra de paciencia y dedicación. Se utiliza una tetera de metal, en la que se añaden las hojas de té y un poco de agua hirviendo que luego se desecha para limpiar las hojas, y posteriormente se añaden la menta y el azúcar.
La cantidad de azúcar puede variar dependiendo de la región y del gusto de quien lo prepare, pero en muchas zonas, el té se sirve notablemente dulce.
![Te_Marruecos](https://kiboko.com.co/wp-content/uploads/2024/10/te-marruecos-8.png)
![Te_Marruecos](https://kiboko.com.co/wp-content/uploads/2024/10/te-marruecos-5.png)
El té se hierve suavemente para permitir que los sabores se mezclen. Luego viene un gesto característico: el anfitrión levanta la tetera y vierte el té desde una altura considerable en pequeños vasos de vidrio.
Este acto no solo es una técnica para oxigenar la bebida, mejorando su sabor, sino también una señal de destreza. Servir el té desde lo alto sin derramarlo requiere práctica y es parte del ritual.
El simbolismo detrás del té
En Marruecos, ofrecer té a los invitados es una muestra de bienvenida. No importa si la visita es breve o si es esperada, el té siempre estará presente, y rechazarlo es considerado una falta de respeto. Tomar té juntos es un momento de conversación, de compartir noticias o simplemente de disfrutar de la compañía.
![Te_Marruecos](https://kiboko.com.co/wp-content/uploads/2024/10/te-marruecos-3.png)
Un dicho popular marroquí afirma que el té debe servirse en tres rondas: el primero es amargo como la vida, el segundo es dulce como el amor y el tercero es suave como la muerte. Esta tradición no es seguida al pie de la letra en todas las regiones, pero es un reflejo de cómo el té está vinculado a la reflexión sobre la vida misma.
El té a la menta y el desierto
En el Sahara, el té adquiere un significado aún más profundo. Los nómadas bereberes, que han vivido en estas tierras áridas durante siglos, ven el té como un medio de conexión con el entorno. En medio del desierto, el acto de preparar y beber té bajo la sombra de una tienda no es solo una necesidad para combatir el calor, sino un momento de calma, un espacio para la introspección.
Los bereberes también tienen sus propios matices en la preparación del té, usando a menudo diferentes hierbas o ajustando el dulzor según las circunstancias.
![Te_Marruecos](https://kiboko.com.co/wp-content/uploads/2024/10/te-marruecos-7.png)
Más allá de la menta
Aunque el té a la menta es el más conocido, en Marruecos también se pueden encontrar variaciones según la estación y la región. En invierno, es común que el té se combine con absenta o salvia para darle un toque más aromático y cálido. Estas plantas también por sus propiedades medicinales.
Para los marroquíes, el té es una tradición viva que conecta el presente con el pasado. Beber té es un acto simple pero profundo, que abarca desde lo cotidiano hasta lo ceremonial. Marruecos ha sabido preservar este ritual, manteniéndolo como parte integral de su identidad. Marruecos es un lugar imprescindible para las personas que les gusta viajar y conocer culturas profundas y maravillosas. ¡Planea tu viaje a Marruecos con nosotras!