Seúl, la vibrante capital de Corea del Sur, es una ciudad que equilibra con maestría la tradición y la modernidad. Sus rascacielos futuristas conviven con templos ancestrales, mientras los mercados callejeros ofrecen experiencias únicas entre el bullicio urbano. Si estás planeando un viaje a esta fascinante metrópoli, ¡aquí tienes cinco imprescindibles para Kiboko!
1. Palacios Reales: Un vistazo al pasado imperial
Seúl alberga cinco palacios reales, testigos de la dinastía Joseon. Entre ellos, Gyeongbokgung es el más majestuoso. Este palacio, con su arquitectura imponente y paisajes cuidados, ofrece una ventana al esplendor de épocas pasadas. Visitarlo durante la ceremonia de cambio de guardia es un plus. No olvides explorar el vecino Bukchon Hanok Village, donde las casas tradicionales, llamadas *hanok*, recrean la vida en la Corea de antaño.
2. Mercados y comida callejera: Sabores en cada esquina
El mercado de Gwangjang es un paraíso culinario. Aquí puedes probar platos como tteokbokki (pasteles de arroz en salsa picante) o bindaetteok (tortitas de frijol mungo). Si prefieres algo más moderno, dirígete a Myeongdong, donde los puestos ofrecen combinaciones creativas como brochetas de pulpo o helados gigantes. Comer en la calle en Seúl no es solo un placer, es una experiencia cultural.
3. La Torre N de Seúl: Vistas panorámicas y promesas de amor
En el monte Namsan se alza la Torre N, uno de los puntos más icónicos de la ciudad. Desde su observatorio se despliega una vista de 360 grados de Seúl, especialmente mágica al atardecer. Al pie de la torre, las barandillas llenas de candados de amor cuentan historias de parejas que sellan aquí sus promesas. Subir caminando o en teleférico es una decisión que dependerá de tu espíritu aventurero.
4. Dongdaemun Design Plaza: Futuro, puro futuro
El Dongdaemun Design Plaza, conocido como DDP, es una joya arquitectónica que representa el rostro más moderno de Seúl. Diseñado por Zaha Hadid, este espacio alberga exposiciones, mercados nocturnos y eventos de moda. Pasear por su estructura ondulante, iluminada de noche, es como caminar por una escena de ciencia ficción.
5. Templos y naturaleza: Paz entre el caos urbano
Para un momento de tranquilidad, el templo Jogyesa es un refugio espiritual en el corazón de la ciudad. Este centro del budismo coreano se destaca por sus imponentes árboles y sus coloridas decoraciones. Si buscas un respiro mayor, dirígete al parque nacional de Bukhansan, donde los senderos te conducirán a vistas espectaculares y templos escondidos entre montañas.
¿Listo para perderte entre sus calles? ¡Planea tu viaje a Seúl con Kiboko!
